El Arca
Si ha hecho algo malo, no lo golpees. Puedes llamarle la atención, pero si te pones violento, lo maltratarías y el perro crecerá temeroso y agresivo
Intenta evitar cualquier comida de consumo humano, salvo en contadas ocasiones, ya que es extremadamente peligrosa para los animales.
Entregarle un perro o un gato, así como cualquier otra mascota, a los niños no es una decisión a la ligera, ya que requieren de unos cuidados y responsabilidades para las que no todos están preparados. Queda de ti el hacerlo, para el bien de todos.
Un perro tiene que salir por lo menos 3 veces al día por media hora, y si no puede ser, en ese caso sácalo dos veces al día, pero nunca menos, o eso descuidará su estado físico. Y si lo vas a sacar, que siempre lleve su collar, para hacer más fácil el paseo.
Es otro error muy grave, ya que así no sabrás si tu perro padece de algún tipo de enfermedad.
Hay quienes usan a las mascotas como un sustituto de un ser querido que se fue, o porque no puede tener hijos, y ello hace que la sobreprotección la vuelva dependiente e insegura.
Aunque a los perros les encanta recibir a gente nueva en casa, pues adoran que los halaguen, no acostumbrarlos bien puede acabar provocando que se vuelvan agresivos y ataquen a las visitas.
A los perros y gatos hay que educarlos cuando son cachorros para que se acostumbren a ciertas normas, sino, de mayores continuarán igual de malcriados.
Debes evitar a toda costa sobrealimentar a tu mascota. Dale la comida solo en las horas que le correspondan, no cuando tu mascota lo exija.
Si bien es cierto que cuando las mascotas son pequeñas hay que estarlos vigilando continuamente, no puedes simplemente cerrarle todas las puertas. Enséñale lo que puede y no puede hacer ahí a que cuando esté en ciertas zonas, dentro.
El aseo de las mascotas es muy importante, y muchas veces se descuida bastante. Al menos cada dos meses deberías llevarlo al veterinario para que lo bañen bien.
En el caso de los gatos no pasa nada, pero los perros son bastante más dependientes, lo que puede provocar que, si están mucho tiempo solos, se aburran y hagan alguna trastada en casa, o estén tristes.