El Arca
Cuando se tiene un gato, hay que tener en cuenta que no es igual a un perro, el gato toma tu casa como su territorio, es más independiente y no precisa de una atención constante, a veces demuestra amor en un momento y puede llegar de repente a no importarle tu presencia. Por ello es necesario crear ese entendimiento positivo con tu gato, lograr caerle bien e incluso sentirse atraído por estar a tu lado.
Deja que tu gato escoja acercarse a ti, ya sea porque le brindas comida, un juguete o simplemente porque decide que lo acaricies. Lograrás sentirse más libre a escoger el tiempo que compartirá a gusto contigo.
No siempre es buen momento para acariciarlo o jugar con él, mucho menos cuando se está aseando, esté dormido o comiendo, podría asustarse o molestarse y con ello un comportamiento indeseado.
Al ser amable y cariñoso con tu gato, se sentirá confiado a tu lado. Trátalo con suavidad y nunca lo aprietes duro contra ti, no es parte de su comportamiento gatuno.
Si te sientas en el suelo, de cuclillas o te arrodillas, tu imagen ante el gato no parecerá intimidante, se sentirá más relajado y podrás acariciarlo más fácilmente.
Aunque parezca absurdo, esto lo alegrará, llámalo por su nombre, que sienta tu presencia a través de tu voz y elija acercarse a ti.
Trata de encontrar los lugares de su cuerpo en que le agrade que lo acaricies, en su lomo, en el cuello, en la barbilla y hasta detrás de las orejas. Se acostumbrará y después es posible que él se acerque buscando caricias.
Si quieres saber si tu gato quiere que lo acaricies, extiende tu mano y deja que la olfatee, quizás frote su mejilla en tu mano y dejará que lo acaricies en ese momento.