El Arca
¿Qué puede comer un gato?; parece una buena pregunta y lo es!
Muchos de los alimentos que consumimos los humanos son altamente tóxicos y peligrosos para los gatos. Y es que, ambos tenemos sistemas digestivos diferentes, lo que hace que no metabolicen de igual manera. Además, hay que tener en cuenta que el gato es un animal que tiene más dificultad que el perro para eliminar las toxinas a través de su hígado y, por tanto, es más sensible que los canes a determinados alimentos. Antes de alimentar a tu gato con tu comida o las sobras de la misma, debes saber cuáles son las más peligrosas para el consumo felino, muchos pueden ser incluso hasta mortales.
Las golosinas contienen xilitol, un edulcorante artificial que causa repentina liberación de insulina, que conduce a bajos niveles de azúcar en sangre. Puede afectar el hígado. Síntomas de vómitos, cansancio y descoordinación.
La mezcla de cafeína, teofilina y teobromina, un alcaloide alta-mente tóxico para los gatos, provoca vómitos, diarrea, temblores, convulsiones, que los podrían llevar a la muerte.
Una toxina desconocida que contiene, se asocia con la aparición de problemas renales e intoxicación.
Aunque estos alimentos tienen grandes atributos culinarios y medicinales, la presencia del compuesto tiosulfato, puede generar daños en los glóbulos rojos, unido a una anemia.
La leche comercial está cargada de químicos y aditivos perjudiciales. El tracto digestivo de un gato se vuelve intolerante a la lactosa a medida que crece, por lo que puede sufrir diarrea, cólicos.
Aunque cocinado es buena fuente de proteínas, su consumo crudo se asocia a problemas de la piel y genera riesgo de contraer salmonella.