Gatita forma la amistad más mágica con un ciervo salvaje

Una gatita forma una amistad muy poco probable con un ciervo salvaje, luego de haber sido rescatada de una situación de acaparamiento y acogida por Orphans of the Storm, una organización de rescate de animales ubicada en Illinois, estados Unidos.

Los voluntarios del refugio de animales rápidamente le encontraron un hogar maravilloso de acogida a Lulu, la gatita rescatada, para que tuviera los mejores cuidados. Cuando llegó a su hogar adoptivo, Lulu estaba muy nerviosa, pues nunca antes había tenido una familia amorosa, pero todos sabían que le tomaría tiempo adaptarse.

Gatita forma amistad con un ciervo

Jennifer Burke, madre adoptiva de Lulu, dijo a The Dodo:

«Era muy tímida y se asustaba fácilmente. Así que nos tomamos nuestro tiempo para socializar con ella y mostrarle que los humanos pueden ser amables y cariñosos…».

Con el paso del tiempo, Lulu aprendió a disfrutar de la compañía de las personas, e incluso le encanta que le froten la barriga. La gatita comenzó a florecer y pronto se había convertido en una criatura muy dulce, y estaba lista para demostrar su verdadera personalidad a su familia de acogida.

Desde que llegó a su hogar, Lulu compartía una habitación con su hermano de acogida Félix, los gatitos siempre se la llevaron muy bien. Ambos disfrutaban de su compañía, pero Félix pronto encontró su hogar definitivo, y a Jennifer le preocupaba que Lulu extrañara la presencia de su amigo.

Sorprendentemente, no pasó mucho tiempo hasta que la adorable Lulu conoció a un nuevo amigo y comenzó a crear un lindo vínculo de amistad.

Cuando Lulu llevaba aproximadamente un mes en su hogar de acogida, un ciervo salvaje local comenzó a visitar con frecuencia el patio de la casa.

Todos están acostumbrados a que los ciervos deambulen por el vecindario, pero muy pocos deciden repetir sus visitas y pasan tanto tiempo en un mismo lugar. Por lo que decidieron llamar cariñosamente al ciervo Dolly, y toda la familia estaba encantada con sus visitas, pero sin duda Lulu era la más feliz.

Jennifer comentó:

«Un día noté a Dolly afuera y me di cuenta que estaba justo al frente de la habitación de crianza, que está en nuestro sótano, entonces corrí escaleras abajo para ver si Lulu estaba mirando por la ventana».

Increíblemente Lulu estaba mirando desde la percha superior de la ventana a Dolly y viceversa, parecían que estaban muy fascinadas la una por la otra.

Cuantas más visitas realizaba Dolly, más crecía la admiración de Lulu, comenzaban a sentirse muy cómodas pasando el rato y su amistad empezaba a florecer. Lulu sentía mucha curiosidad por su amiga, era tanta la admiración que le tenía que ni siquiera sentía miedo, solo quería conocerla de cerca.

Inicialmente, Dolly miraba a Lulu desde la distancia, pero no tardó mucho en acercarse a la ventana y masticar las ramas junto a la casa. La gatita estaba indecisa cuando Dolly se acercó tanto por primera vez, pero ya no le importa para nada y estaba al pendiente de su amiga.

Dolly pasa varias veces al día por el patio de la casa, y la familia asume que la razón de sus visitas es ver a Lulu.

Al parecer, a Dolly le encanta pasar tiempo con su amiga felina y parece estar muy interesada por lo que pasa a su alrededor. Cuando están cerca de la ventana mirándose a los ojos, parece que se estuvieran comunicando a través de la mirada y que se cuentan todo.

Los otros gatos del hogar de acogida le tienen miedo a Dolly, pero le expresan mucho cariño a su hermana adoptiva Lulu.

Su familia también le expresa mucho amor, y aunque esperan que encuentre pronto un hogar para siempre, la extrañarán mucho cuando se marche.

Seguramente Dolly también la extrañará, pero por lo pronto seguirá visitando a su mejor amiga cada vez que pueda.