Violinista encontró manera de sostener a gatito y practicar al mismo tiempo

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Esther Abrami vive en Francia, y es una violinista consagrada que encontró la manera de sostener a su adorable gatita y practicar sus clases de violín al mismo tiempo. La pasión de esta chica desde que era pequeña ha sido tocar el instrumento magistralmente, pero desde que adoptó a su gata llamada Rémila, entró en un difícil conflicto.

Rémila disfruta acurrucarse en el regazo de Esther y verla interpretar el violín, pero la chica necesita estar de pie para tocar apropiadamente el instrumento. En cada oportunidad que ella se incorporaba para tomar el violín, la pequeña solía llorar en sus pies reclamando atenciones.

Esther dijo a The Dodo:

«Intenté practicar sentada y ella se acostaba en mi regazo. Pero no siempre puedo estar practicando sentada».

Violinista sostiene a su gatito y practica a la vez

Violinista y su dulce mascota
FB/ Esther Abrami

La chica encontró la solución perfecta para su difícil dilema; ahora podría continuar cargando y consintiendo a su dulce gatita, y practicar sus clases de violín al mismo tiempo.

Esther cuenta:

«Tuve la idea de tener una pequeña bolsa en la que pudiera ponerla y tenerla alrededor de mi cintura. ¡Nunca pensé que le encantaría estar ahí!».

Gatito juguetón
Imagen/ Esther Abrami

Así que, apenas la joven violinista puso a Rémina en la riñonera, la gatita felizmente se ubicó en su nuevo lugar. Ahora cada vez que Esther desea practicar un poco con su Violín, la felina se ubica en su sitio y disfruta la compañía y música de su madre.

Gatito y violín
Imagen/ Esther Abrami

Esther dice:

«¡Me di cuenta de que le encanta la música! Literalmente puedo practicar durante una hora sin que se mueva de la bolsa. Saber que disfruta de mi música ha creado un vínculo muy especial entre nosotras».

Joven mujer y su felino
Imagen/ Esther Abrami

Aunque esta solución hizo más feliz a la gatita, y le permitió a su madre interpretar mejor el violín, existe un inconveniente muy tierno; ahora Rémina no quiere abandonar el cómodo lugar y su madre parece distraerse un poco con la ternura de la gata.

Violinista y su pequeño gato
FB/ Esther Abrami

Esther añadió:

«Definitivamente hace que mi sesión de práctica sea más agradable, aunque a veces me resulta difícil concentrarme al ver lo linda que está durmiendo en la bolsa».



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